El Teatro de El Bolsón

Muchos dicen que en El Bolsón no hay un teatro. Yo diría que no hay "un gran teatro". Pero sí tenemos una sala, que fuera creada por la familia Delonay, que tiene una acústica excelente, donde podemos leer sin micrófono y se escucha en todos los asientos.

El sábado 17, estuvimos, Gerardo

Delonay en piano y Gerardo Schwartzman en voz , interpretando poemas de Levi Freistav, y yo con mi propia voz y poesía, ejecutando música y leyendo frente a más de cien personas.

Estuvo hermoso, un público silencioso y atento. Hasta los chicos se portaron rebien. Gerardo Sch. tuvo la idea de que todo fuese como si nosotros que estábamos sentados en la mesita que se ve en las fotos que, como siempre tomó el amoroso de Manuel Miranda, estuviésemos en un lugar íntimo. Y fue así que, copas de vino mediante, cada vez que el pianista nos daba pie para la poesía, nos leíamos el uno al otro, como si el público no estuviese.

Este es sólo el principio de algo que seguramente se prolongará en el tiempo. La gente nos encuentra por la calle y nos pide un bis. 

Como siempre las fusiones en arte han dado buenos resultados y la gente se emociona con expresiones como esta.