Cuando se quiebra la monotonía del cada momento igual, de cada día, puede parecer la locura. Es entonces cuando esa misma etilidad en el desierto de la diferencia, esa esencia que alerta a los normales a ultranza, nos desafía. Y entre aquellos que cumplen con el pie bien calzado, la boca alerta para repetir lo que han dicho los diarios o los libros, o los altos cabalgantes de rugientes motores, de vez en vez, aparecen algunas malezas. Yuyos, gusto en decir, floridas hojuelas de verde sangre distinta. Tallos con oído y deseos de compartir, aunque más no sea desde un papel o un sonido dulce, áspero, feliz, cruento...
Algunos de esos son los necesarios héroes que salen a enfrentar por todos, lo que no hemos hecho cada uno. Otros son los que mal o bien, dicen, no pueden callar, dicen.
Me trepo a mí misma
el rescoldo del alma
quema mis pies
escapo por mi espina
dorsal
mi corazón se consume
El sol salió esta tarde
de repente
mis ojos ya tomados
del fuego
encendieron
las hojas
la calle
Sí, porque la locura es eso de pensar si alguien, aquel que no dice lo mismo, estará molestando por ahí, llevando a otros a hacer algo que no es común. Si ese otro con valor de mover las tabas, o las manos o el corazón en un día de lluvia, entristece o nos hace pensar. Esos, que a pesar de saber del hambre, la lujuria y la señal de inocentes por culpables bien vestidos, pueden mostrar algo distinto al grito, la denuncia o el golpe, nos abren a sentir sin pensar, a doler sin sajar, a sonreir sin bromas. Nos pueblan el corazón del verdadero nosotros mismos.
Subo a una silla
por parecer pequeña.
Pétalos muertos
llenan el dormitorio.
vivo?
mis cicatrices
traen hilos
amarrados.
Mis ojos achicaron
la tierra de su
espejo
ando rayas
azules como
isocas
Todo refleja
sin puertas
ni conejos
Quisiera entrar
a un mundo
donde estuvieras
tú
y que me amaras.
Donde mis letras
sonrieran para
siempre.
Y de locos se ha hablado siempre. Se han encerrado, prohibido, enviado a la pira. Se han desprestigiado locos. Señalado con el dedo de la afición. Los locos han sido motivo de persecusión y novenas.
Me equivoqué
de llave
esta que abría
mi boca
no era
la verdadera
la de mi
corazón
es la
que
falta.
Demolida
fantasma
el lápiz me destila
negra
el grafito
de sangre
dibuja las letras
más penosas
Cuando padezco así
pienso en los héroes
Nunca ha pedido
menos alguien
pasión - piedad
amor
Decanta
triste el agua deja
invisibles gotas de
traición
rutas de un alquitrán
con huesos
balas de pólvora
suicida
un viento cierra puertas
aprisiona los músculos
en casas sin esperanza.
Quiero escapar en
manos de una idea
quiero morir en un
desalojo donde las
alas de un amigo
me prometen el nido
de su amparo.
Nadie tiene derecho
a semejante volumen
de agua pura.
Nadie debe decir
el por qué a mí.
Cuando la poesía
decanta
esa brea
esa
resaca de
toda una playa
dulce
esa reencarnación
del mutismo
de la ignorancia
de la ausencia de
diccionarios
del domingo sin
tinta,
esa…
es la respuesta
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