lunes, 17 de agosto de 2009

Tirá para arriba


Todos sabemos que hay noches. De las de d
os lunas, estrellas fugaces y otros satélites y universos. La del sábado, para mí, fue una de ellas. Noche de amigos del alma, Raquel y Manuel. Y Pepe y Lucy que siempre están.Uno habla de todo, como siempre pero distinto.
Son noches verdaderas y especiales. Uno dice qué espera de la Vida, la otra no se nombra...


EPILOGO

Te juro que te amo.

La vida es un espacio inexplicable,
un tiempo en que nos vemos transcurrir
desoyendo la voz de nuestra savia.

Sólo hay Amor.

La vida es un amor quemante.
La otra,
la sin nombre cierto,
no existe,
es nada más que ausencia.

No le temas,
mientras yo esté pensándote,
no correrás peligro.

El Amor será impulso de tu sangre
y la otra, que es tan sólo el retiro de la Vida,
ni siquiera osará pensar tu nombre.



Que los hijos estén cerca, decimos... Sentir ganas, ganas de vivir. Qué es vivir? Será estar juntos, disentir, saber que estamos. Recuperar las ganas, pero sabemos que mientras estemos juntos, las ganas están ahí, es obligatorio porque el otro nos necesita, es para su respiración, le hacemos bien, nos hace bien.

Yo quiero decirle a los amigos de los sábados, a esos que todos los días están, que nos dan el impulso para esperar otro día, el que nos veremos para pensar y desear.

La Vida... Es muy difícil explicarla, camina sola casi, pero no importa. Mientras esté, allí estaremos y alguien podrá explicarla.


El nombre de la vida


Tal vez los pájaros sepan más.

Ellos, detrás del emplumado

cuerpecillo,

desaparecen

sin dejar rastros.

Y las hojas

arrugadas

sin queja

aunque las ponga yo bajo

los libros

Pasan siglos

y siguen ellos

viviendo bien

su paso,

nunca asolarán

sueños

con despertares

oscuros.

Ellos y la vida

que siempre está

y al irse ya es

otro nombre quien

la llama.

Pasa un tiempo

sin fin

sobre las manos

y lo que hoy es aquel

mañana serás tú,

recordando de oído

alguna frase

sabiendo haber negado

algún proverbio.

Los pájaros y

el viento que nos deja

y en el retorno es otro

pues se nota, no sabe

que le he dicho

mil veces

de mi cabello

recién peinado,

de la nubes

corriendo tan a prisa,

es otro aire, hay tanto.

Es ajeno de mí

de cada uno.

Y los pájaros

envejecen tan

pronto

que no pueden

decirme

cómo hacerlo.




No hay comentarios: